Quien en algún momento,
no se ha sentido triste y ha recibido un abrazo y de forma mágica todo ha cambiado.
Los abrazos tienen una cualidad donde además de alimentar
nuestro estado de ánimo, pueden servir para alimentar nuestra hambre.
El resultado de un abrazo, es que justo después de
recibirlos, en nuestro cerebro se producen dos químicos, llamados serotonina y
endorfina, que producen felicidad y placer, por esta razón se produce un cambio
en el estado de ánimo, después de un fuerte abrazo.
Fíjate que la comida con mucha azúcar combinada con grasa,
produce la misma reacción en nuestro cerebro, al igual que un abrazo, liberando
los mismo químico, es por esto que si en algún momento te da ansiedad por
querer comer algo dulce y grasoso, es por falta de serotonina y endorfinas en
tu cerebro, y lo mágico del contacto con los demás, es que un abrazo también
puede producir los mismo químicos en nuestro cerebro, sin necesidad de que
comas nada.
Suena interesante, así que mi recomendación es que a la
próxima vez que tengas mucha ansiedad
por comer algo dulce y grasoso, lo cambies por un fuerte abrazo de un ser
querido o inclusive de ti mismo.
Espero te sirva esta técnica que le llamo, “comer abrazos”.
Por cierto estoy muy emocionado, porque el pasado sábado
inicie a capacitar a 12 valientes, que han empezado a integrar en su dieta algo
más que alimento saludables, han empezado a integrar optimismo, motivación y
hábitos, aplicando el método “OPTAM”, para alcanzar un bienestar en todas las
áreas de su vida sobre todo en su bienestar físico.
Te deseo un feliz lunes de descanso.
Sonríe.
Coach de Bienestar
Felipe García.
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