En la vida no se pierde nada todo se invierte para obtener resultados y eso al final es una ganancia.
Normalmente las personas se preocupan tanto en la palabra “perder”; ya sea perder peso, perder panza, o perder tallas de ropa, y se enfocan tanto en perder, que se olvidan de la palabra “ganar”, cuando al final a todos nos gusta ganar.
Pensar en el “perder” es tan ilógico como si llegara alguien en este momento y te ofreciera un trabajo, en el que vas a laborar 8 horas al día y no vas a recibir ningún salario. Probablemente lo considerarías un locura, ya que al dar o invertir tiempo, siempre se espera recibir algo a cambio.
Existe una ley universal que menciona que “El universo no acepta la escasez”. Cuando nos enfocamos tanto en perder, el universo junto con nuestra mente conspirará para ganar algo. Si lo que se va a ganar no está claramente definido en nuestra mente, seguramente aquello que queremos perder, nuestro cuerpo no lo permitirá, porque así como el universo, nuestro cuerpo tampoco tolera la escasez, y buscara la forma para que sintamos más hambre o estemos más ansioso, con el fin de no perder nada.
En cambio sí al mismo tiempo que decimos que queremos perder peso, dijéramos aquello que vamos a ganar, nuestro cuerpo lo tomaría como equilibrio, como armonía y paz. De esta forma nuestro cuerpo reaccionará ante esa petición como algo muy agradable y hasta nos producirá felicidad porque nuestro cuerpo estaría en equilibrio.
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